miércoles, 13 de febrero de 2013

392 años de la fundación de Guarenas De pueblo indígena a pueblo de doctrina



Lcda. Noraya Pérez Díaz
Cronista Municipal de Guarenas

     A más de tres siglos de haberse llevado a cabo el proceso de fundación colonial del pueblo de Guarenas, ciertamente no hemos hallado el documento formal que demuestre como fue realizado dicho proceso. Sin embargo, David Fernández, quien se convirtió para los guareneros en una de las figuras emblemáticas para la reconstrucción de nuestra historia local como Cronista, escribió en su oportunidad que, no se conocen los datos que debió dictar el fundador de Guarenas Teniente General don Pedro José Gutiérrez de Lugo, cuando eligió y delimitó el sitio donde se procedería a la fundación del pueblo, es decir, no hay evidencias de un acta fundacional, sino por el contrario, existe un expediente hallado por el historiador Ambrosio Perera en el cual se refieren los detalles y la forma para erigir la iglesia.
     Dicho expediente corresponde a los autos hechos en la real Audiencia de la Española sobre los pedimentos de Nicolás de Peñalosa, quien para entonces ocupaba el cargo de Procurador General de Caracas, mediante el cual señalaba “…la fuerza y agravio  que dijo se hacía a esta ciudad en razón de las iglesias y ornamentos que se debían de dar para los curatos y doctrinas de los pueblos de indios…”. En este sentido, Perera historiador y médico caroreño, cita en una de sus obras que “Y en catorce de febrero de mil seiscientos veintiuno, en el sitio que llaman de Las Guarenas y La Guaira, nueve o diez leguas de esta ciudad, el dicho juez comisario erigió y señaló otra iglesia en el pueblo erigido y fundado de Nuestra Señora de Copacaguán con la advocación y nombre de Nuestra Señora de la Caridad y Copacaguán, y agregó a este curato y doctrina las encomiendas del regidor Antonio Gámez, de Francisco Infante, de Lucas Martín y de Hernando Serrada, y mando que dentro de un mes se exhibiesen los ornamentos que a cada uno fue señalado, y dentro de dos meses acabasen la iglesia, cementerio y sacristía y casa del cura doctrinero…”.
     En estos autos igualmente se deja constancia de las diligencias llevadas a cabo por el Procurador Peñalosa ante la Isla de Santo Domingo para apelar ante la real Audiencia y, en nombre de los encomenderos de Caracas sobre la decisión enviada por el obispo de la diócesis de Fray Gonzalo de Angulo. La cita ciertamente sugiere un segundo punto determinado para llevar a cabo la fundación de Guarenas y los retrasos en la construcción de los elementos simbólicos de la fundación, aspectos de interés y preocupación en la búsqueda para el fortalecimiento de nuestra historia. Guarenas nace entonces, de un pueblo de origen indígena de donde fue saqueado su principal factor de producción; la tierra, para convertirse en un pueblo de doctrina de indios por la dificultad que tuvieron los españoles de desarraigar la cultura aborigen y, bajo el prisma de la cristianización.
     Guarenas, a lo largo de sus cuatro siglos, ha sido escenario de importantes momentos históricos y cuna de grandes personajes que hoy, a pocos años de su cuatricentenario es merecedora de recordar y traer al presente para el rescate de nuestra historia local y, en defensa de la memoria histórica de los pueblos.
     Para comenzar, nos remitiremos a nombrar la imponencia de las grandes haciendas y trapiches establecidos para desarrollar un comercio controlado por los hacendados, sus fértiles maizales fueron considerados los principales proveedores de cereales para Caracas y donde el producto de las cañas de azúcar fue de excelente calidad. Afortunadamente, hemos encontrado investigaciones realizadas por autores como Ermila Troconis de Veracoechea y Graziano Gasparini, quienes han estudiado las haciendas venezolanas, dentro de ellas nos llama la tención la antigua hacienda Izcaragua. Asimismo, un estudio completo de la hacienda Casarapa relata con sumo detalle la vida en haciendas. Otras forman parte del interés investigativo.
     Durante el período emancipador, fue lugar de descanso para muchos de los emigrados que acompañaron a Bolívar el 7 de julio de 1814. Un año después Pedro Agustín de Rivero recibe la cabeza de José Félix Ribas, cuya casa donde se llevó a cabo su velatorio aun permanece como testigo de esta historia. Igualmente fue escenario de las estrategias de José Francisco Bermúdez, lo que garantizó la batalla de Carabobo en 1821. Durante la Federación también fue escenario de batallas como la de El Tamarindo en 1859 y la Quebrada de Guarenas en 1860 dirigida por el coronel Regino del Nogal.
     Esta ciudad ha visto nacer a personajes, que sin el rigor cronológico me permito recordar; Emilia Reyes amante y defensora de su  tierra natal, su lucha fue dirigida hacia la conservación del ambiente, Cristóbal Loreto de Silva, considerado como uno de los primeros sacerdotes criollos, José Vital de Lugo sacerdote que sirvió a la causa independentista, el teniente José Anselmo Orta héroe independentista que lucho por la causa patriota, Emilio Bello Ricardo destacado no solo por su fábrica de pasta instalada en Guarenas, sino también por la música, Francisco Rafael García, médico destacado por su trabajo realizado, el presbítero Régulo Franquiz destacado por su más férreo enfrentamiento contra la dictadura gomecista fue encarcelado y envenenado en La Rotunda, Benito Canónico compositor de nuestro emblemático “Totumo de Guarenas”, Daniel Canónico conocido como el “Chino” Canónico gloria dentro del deporte nacional, Armando Urbina, tanagrista y director de teatro, el pintor Dionisio Veraméndez nacido en Guarenas y destacado por su técnica del neopuntillismo de gran riqueza y colorido, Octavio L. Orta nacido en estas tierras en 1865 fue un poeta  reconocido como uno de los famosos literatos venezolanos, los poetas Rafael Castillo Vera y Jesús Pacheco García valen su mención. Muchos son los artistas plásticos y dramaturgos, entre ellos Rodolfo Santana, quienes están presentes en estas líneas y en la memoria de Guarenas.
     Ir al pasado permanentemente como toda gesta épica no es para anclarnos a él, sino para establecer una relación filial con la nuestras generaciones, para resaltar una vez más la importancia de los hechos históricos como discontinuidades, incluyendo el presente. En este sentido, nuestra historia local debe ser también abordada partiendo de la importancia que, nuestro paso por ella tiene un efecto más allá de la transitoriedad. En el marco del aniversario de nuestra ciudad es urgente reflexionar sobre el camino de las transformaciones  que necesitamos construir y transitar,  ya que las huella de nuestros antepasados que permanecen como impronta colectiva nos reclama que la lucha emancipadora no ha concluido aún.
     Siempre que avancemos, nuestro pasado histórico estará presente y nos reclamará nuestro compromiso con la patria. Aunque el futuro siempre será, paradójicamente, pretérito, la utopía emancipadora de nuestros antepasados será siempre  el motor de los que estamos comprometidos con las  luchas  de los pueblos oprimidos.

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