El tema del Patrimonio Histórico Cultural
y el reconocimiento de su importancia para el desarrollo de las ciudades ha
cobrada una gran relevancia en las últimas décadas. Zonas urbanas con
características particulares asociadas a determinados momentos históricos y
edificaciones que dan testimonio de su tiempo en las sociedades, confieren
identidad a los habitantes de las ciudades, fortaleciendo así el sentido de
pertenencia de un colectivo. De allí que, el levantamiento del patrimonio
histórico y cultural en Guarenas, y en todas las ciudades, es de vital
importancia.
Se considera como Patrimonio Histórico
Cultural del Municipio, al conjunto de valores y de bienes que existen dentro
de su jurisdicción y que constituyen elementos integrantes de su identidad
local por estar estrechamente relacionados con su historia, cultura, tradiciones
e idiosincrasia. Por ello, “…el Patrimonio Cultural es el conjunto de bienes
culturales singulares, resultado de un proceso histórico concreto, que es
compartido por todos los herederos de ese legado. Las costumbres, las formas de
comportamiento, las edificaciones, los utensilios, la lengua, la música, (…).
Es decir, las formas culturales tangibles o intangibles que cada sociedad ha
creado, transformado, reutilizado, y también las que se han creado en una época
determinada, se convierten en bienes culturales” (Sanoja y Vargas, 1993).
Interesada en todo el tema patrimonial a
nivel municipal, se han comenzado a realizar algunas tareas dirigidas al
estudio y posterior clasificación del patrimonio histórico cultural del
Municipio Ambrosio Plaza, no solo por los elementos que dan testimonio del
valor histórico de la ciudad, los cuales determinan, por una parte, el elemento
colonial caracterizado por una estructura urbana en cuadrícula y constituido
por un espacio primigenio ubicado alrededor de la Plaza Bolívar, en el que se
alzan edificaciones de valor histórico como la Catedral de Nuestra Señora de la
Copacabana, la Casa Parroquial, el Edificio de gobierno del Municipio Ambrosio
Plaza, la Casa José Félix Ribas, la Iglesia de la Candelaria, entre muchos
otros, y el primer ensanche urbano de la primitiva reducción indígena conocida
como “La Llanada”. Sino también porque los patrimonios tienen trascendencia en
todos los pueblos para el empoderamiento de la memoria histórica y
transformación de nuestra ciudad.
Por
otra parte encontramos una ciudad adaptada a los cambios de la modernidad
identificada con las transformaciones sociales y culturales, evidenciado por la
construcción de urbanizaciones residenciales donde otrora existieron haciendas,
pero con pocos registros escritos de estas como testimonio de su permanencia en
estas tierras.
La noción de patrimonio está ligada a un
proceso histórico y cultural con
características particulares de acuerdo a nuestra fundación. De allí que, el
reconocimiento y registro del mismo debe estar orientado hacia un programa que
los determine y enmarcarlos en una política municipal de conservación,
protección y divulgación.
Nuestro interés va mucho más allá de un
mero inventario del patrimonio histórico, cultural y municipal de la ciudad, se
trata de retomar uno de los temas más obviados en la memoria colectiva y en la definición
de la identidad. Erróneamente se piensa que hay sobrados temas de preocupación
como para considerar el hecho de la conservación, protección, destrucción o desaparición
de un patrimonio. Sin embargo, la inquietud es primordial porque el daño afecta
directamente a la identidad e idiosincrasia del ciudadano que nace o vive en
esta ciudad. En este sentido, el trabajo que se haga, o en su defecto que se
deje de hacer, repercute en la identificación con la historia local.
El patrimonio cultural, que es
indisolublemente histórico, es todo aquello de condición material o inmaterial
que tiene un valor de identidad para la cultura de las comunidades locales. El
patrimonio cultural existe en la medida en que lo cultural constituye el
patrimonio más representativo de cada región. Es por ello que, el patrimonio
per se tiene la capacidad de afianzar o estimular la conciencia de identidad de
los pueblos.
Hoy día observamos que el patrimonio
cultural se extiende a obras de artistas, músicos, escritores, sabios,
comprende también obras que manifiestan la creatividad de un pueblo; lenguas,
ritos, creencias, lugares, monumentos históricos, literaturas, archivos,
bibliotecas, en fin, el concepto que hoy surge sobre patrimonio es más amplio,
más pluralista, menos elitesco, más antropológico, más comunitario y acorde con
los cambios del mundo, por ello es necesaria su atención.
Lcda.
Noraya Pérez Díaz
Historiadora
Cronista del Municipio Ambrosio Plaza