La Virgen de la Copacabana como patrona de
Guarenas desde su llegada a estas tierras hoy cumple trescientos noventa y tres
años, su origen se remonta a los andes bolivianos en la población de
Copacaguanas donde vivió un indígena descendiente de los incas conocido como
Francisco Tito Yupanqui convertido al cristianismo quien logró esculpir,
después de tantos tropiezos, una imagen de una gran belleza en devoción a la
virgen María, que ocupó un lugar importante dentro de su población,
expandiéndose luego por América hasta llegar a Venezuela. A Caracas llega una
réplica perfecta de esta imagen, especialmente a la ermita de San Pablo y
trasladada a Guarenas para ser utilizada por la iglesia católica en la fundación
del pueblo y la expansión del culto cristiano.
Esta advocación de la Copacabana tiene no
solo un antecedente indígena sino que nace en
la época en que se inundaba este pueblo bajo la Cruz de Cristo, a la sombra del
viejo estandarte castellano, guiado por la fe de los conquistadores. Y fueron
aquellos hombres, los fundadores de Guarenas, apóstoles de la Iglesia Católica,
Apostólica y Romana, los que pusieron sobre el techo de nuestros humildes
hogares, como un cielo magnífico de gloria, el turquino manto estrellado de la
Copacabana.
Más allá de los elementos característicos
de la adoración de Yupanqui por la virgen María, con el trasfondo de un proceso
aculturador propio de los pueblos indígenas que atravesaron por una
colonización y conquista de sus tierras, consideramos de un gran valor para la
memoria histórica de la ciudad de Guarenas, resaltar el elemento identitario de
la Copacabana como parte de nuestro acervo cultural integrado por una
concurrida homilía, la tradicional calenda recorriendo las principales calles,
la procesión de la imagen para veneración de sus fieles y las grandes retretas.
Todo este conjunto inscrito en un contexto social, cultural e histórico han
permitido determinar parte de nuestra cultura popular.
Pero, ¿cómo nos hemos venido
empoderando de esta celebración y adoptándola como símbolo de una cultura
transformadora? Nuestra cultura como muchas es el resultado de múltiples
contactos y aportes, por lo tanto la hace dinámica y abierta a nuevos elementos
culturales y a la búsqueda de soluciones a los problemas que se presentan.
Sin embargo, es primordial la construcción
de nuestra historia, el acceso a su continuidad para tener un acervo histórico
que nos deje entender quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos ser, y
dicha construcción no debe girar en contra de nuestra nacionalidad sino del
mantenimiento de una actitud de conservación y de mantenimiento para garantizar
la continuidad de la historia. Parafraseando a Mario Briceño Iragorry cada hecho histórico tiene su oportuna
valorización en el presente. Lo viejo se deshumaniza y prosigue como símbolo en
lo que tenga de positivo.
La virgen de la Copacabana como parte de
nuestro patrimonio cultural y por ende de nuestro patrimonio histórico ha sido
trasmitido por generaciones hasta formar parte del discurso histórico de
nuestro gentilicio, por lo tanto debe ser, y de hecho es parte de una nueva
política de identificación y conservación, no solo de sus rasgos
arquitectónicos sino de la significación y valoración que tiene la patrona para
toda la colectividad. Por ello, tanto Estado y cuerpos deliberantes deben
continuar en la búsqueda de iniciativas para transitar en el camino sobre el patrimonio
no solo para su identificación sino para la aprehensión de los elementos
culturales, coherente con los procesos de transformación que estamos viviendo
actualmente.
Creemos justo y necesario la reconquista
de los valores simbólicos de la Virgen de la Copacabana, de volver a su
historia para reescribirla resaltando sus significantes y revalorizar nuestra
fe y convertirla como verdadero patrimonio cultural de Guarenas.
Lcda. Noraya J. Pérez Díaz
Historiadora
Cronista Municipal de
Guarenas
Saludos Noraya, que sabías palabras las que públicas en tu blog, es necesario realzar nuestras manifestaciones y costumbres, éxitos en tu gestión. Atte; Fernando Nuñez
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