martes, 20 de mayo de 2014

DÍA DEL CRONISTA NACIONAL, UNAS PALABRAS AL RESPECTO.

Hoy 20 de mayo se celebra el día del Cronista en Venezuela. Fuera de dar las correspondientes nociones  pragmáticas acerca del origen de la fecha en cuestión, es por demás útil reflexionar e informar un poco acerca de la figura del Cronista como tal. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española ( 1970, p. 380 ), en una primera acepción etimológica es "autor de una crónica o el que tiene por oficio escribirlas". A primera vista este concepto nos luce simple y sin aristas pero ¿que realmente representa un Cronista hoy en día?.

El concepto acerca de definir la función como aquella que es ocupada por quién cuenta una historia, relata sucesos, hechos o acontecimientos de carácter históricos, tiene sus antecedentes en la documentación colonial de los viajeros europeos como Humbolth y Bomplad quienes se encargaron  de registrar el paisaje y la geografía del llamado "Nuevo Mundo". Posteriormente fueron apareciendo otros cronistas, que del producto de sus registros, los ayuntamientos y cabildos comprendieron el valor del trabajo que estas personas ejercían para aquél momento. De allí que se tomen en cuenta estos antecedentes para que  la Municipalidad de Caracas escogiera a Enrique Bernardo Nuñez como el primer "Cronista Oficial de la Ciudad" un  15 de enero de 1945 ( El 20 de mayo se decreta en honor a su nacimiento como día del Cronista nacional ).

A partir de ese momento muchos otros municipios seguirán el ejemplo de nombrar al cronista oficial, pero adquiere carácter legal cuando en 1968 la Ley de Reforma Parcial de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, sancionó dentro de la jurisprudencia venezolana la obligatoriedad de cada municipio de designar al Cronista respectivo. Sin embargo, dicha ley no recogía las funciones y la forma de llevar a cabo la designación del cronista en cada ciudad. Es con la Ley del Poder  Público Municipal donde finalmente queda establecido que el municipio podrá crear mediante ordenanza la figura del cronista, especificando que en aquellos municipios donde no exista tal figura podrá ser designada de acuerdo a los requisitos establecidos en una ordenanza respectiva.

Es necesario acotar que a pesar de existir un instrumento municipal que reune todo lo relacionado a funciones, designación y forma de trabajo quedando supeditado a una ordenanza que regula todo lo concerniente al trabajo que desempeña el cronista, esto es más que ocupar un "cargo honorífico", como en el pasado lo fue. En el presente el cronista se ha convertido en un funcionario público de carácter permanente con responsabilidades y funciones específicas. De ello se establece que el cronista es el o la encargada de recopilar y documentar la historia del municipio, por lo tanto se convierte en un órgano auxiliar del Concejo Municipal, y como tal debe ser tomado en cuenta en el desarrollo de planes y proyectos ralacionados al desarrollo de la ciudad.

A mi juicio, en lo que me toca,  la historia de Guarenas por mucho tiempo estuvo suscrita a lo que los guareneros conocían y podían contar de ella según los recuerdos, a la transcripción de anécdotas o pequeñas historias, sin llegar a menospreciar o descalificar el valor que ellas tienen en lo absoluto. Ahora bien, si creemos que por mucho tiempo se recurrió al testimonio oral sin dejar plasmado el conocimiento en un trabajo o ensayo escrito que sirva de consulta a futuras generaciones y convertidas en fuentes de nuestra historia local, hoy resultan escasos los trabajos realizados por Cronistas anteriores en una ciudad que ya cuenta con 393 años de historia.

Se percibe un abandono de la práctica historiográfica, de la importancia de la investigación, de la búsqueda pertinente y contínua  de las fuentes primarias para hacer de la historia de nuestra localidad un hecho alejado de lo cuentista o anecdótico. es aquí donde recae, y creo firmemente en esto, en el compromiso y la responsabilidad que tiene el , o la cronista de la ciudad.

El Cronista debe ser un investigador, y para ello debe conocer y contar con las herramientas para saber abordar y enfrentar cada una de las diferentes fuentes de investigación. No se trata de remitirnos al pasado para tejer o describir un acontecimeinto, sino de reconstruir la historia, incluso aquella que conocen muchos  personajes que hacían vida en el municipio. Significa que es necesario volver a las fuentes que dieron origen a nuestra historia y analizarla, de darla a conocer mediante el ejercicio historiográfico haciendo el correcto uso de las diferentes fuentes, bien sea esta oral, testimonial o documental.

Muchas son las preguntas que nos hacemos y que además nos hacen; ¿que hay de la presencia indígena? ¿es que su permanencia en estas tierras (Guarenas) fue tan corta o poco importante que no hay evidencias de alguna sublevación, alzameinto, etc? ¿que sucedió con los grupos sociales originarios cuando se establecieron las haciendas? Hay recuerdos y relictos de las haciendas establecidas en estas tierras ¿por que hay tan poca información escrita sobre cada una de ellas? ¿quienes trabajaron en ellas? ¿como fue esa relación de trabajo entre esclavos y hacendado? ¿como resaltar la cultura popular? ¿Como y donde se  registró la memoria histórica de la ciudad? En fin, son bienvenidas todas las interrogantes constructivas que permitan realizar esta tarea alejada de toda simplicidad pero, que es posible y necesario para el empoderamiento y fortalecimeinto de la memoria histórica de la ciudad.

Mucho es el camino que debe recorrer el cronista en el presente para llevar a cabo la misión que tiene, para hacer una historia desde los dominados, donde resalte el papel de los invisibilizados de nuestra historia. De producir espacios de producción de la memoria histórica y de retomar el trabajo historiográfico. este es el llamado.

Actualmente toca a una persona joven desempeñar la función de Cronista de Municipal (quien les escribe ), considerando en pocos casos como un factor  negativo para el ejercicio del trabajo. Este elemento justamente constituye el motor que me impulsa, entusiasma y obliga a redimencionar nuestra función, la cual debe estar vinculada con las comunidades que permanentemente requieren de su historia, y participar en la búsqueda, el estudio, la organización, reconstrucción y finalmente la publicación y preservación de cada una de ellas, en este sentido, el estudio de la historia local debe permitir que el conocimiento generado de ella, sea útil para la transformación permanente de la realidad. En otras palabras, el conocimiento histórico debe ser aprehendido por la comunidad para darle significado y cohesión, lo contrario es convertir metafóricamente a la historia local, en un sujeto con Alzheimer cuyos recuerdos pasados han perdido sus vínculos, mientra que su presente y futuro caracen de significado humano


Lcda. Noraya Pérez
Historiadora
Cronista de la Ciudad de Guarenas.

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